Durante un curso online sobre programación de la Universidad de Stanford, se utilizó un nuevo tipo de IA basado en redes neuronales, para ofrecer correcciones y retroalimentación a más de 12.000 personas de 148 países que tomaron la clase Code in Place, dictada por Stanford hace más de 10 años.
A pesar de que el sistema ofrece una retroalimentación muy efectiva, al proporcionar 16.000 comentarios que los estudiantes aceptaron como válidos el 97,9% de las veces, este es inútil si los estudiantes tienen alguna pregunta sobre dónde se equivocaron. No obstante, según Chris Piech, supervisor del curso, sustituir a los instructores no es el objetivo, sino llegar a más estudiantes de los que los instructores podrían alcanzar por sí mismos.
Al ayudar a encontrar errores de código y la frecuencia en que son cometidos, el sistema ayudaría a los instructores a entender mejor qué estudiantes necesitan ayuda y cómo ayudarlos. En palabras de Piech, "el futuro es simbiótico: los profesores y la IA trabajando juntos".